domingo, 7 de agosto de 2011

¿Te puedo pedir una cosa?

-Sí, dime.
-No dejes que me acostumbre a ti.
-¿Por qué no?
-porque no quiero acostumbrarme a ti, a tu risa, a tu hiperactividad, ni a mi sonrisa cuando te veo, ni a tus besos, ni a tu olor ni a tus extrañas manías.
No dejes que me acostumbre a mirarte como te miro, ni a que ponga esa cara cuando te ríes de mi por mis torpezas,  no quiero acostumbrarme a la rabia que siento cuando nos enfadamos o no estamos juntos y no quiero acostumbrarme a esos ojos tan bonitos que me miran como me miran ahora.
-Y eso, ¿a qué viene?
-A nada, simplemente que algún día te irás y te echare de menos, a ti y a todo a lo que me acostumbré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario